Hasta antes de marzo de 2020, lo habitual era que la demanda por casas de playa —sea para venta o alquiler— ocurra con mayor dinamismo durante los veranos. No obstante, esa estacionalidad cambió drásticamente por causa de la pandemia. La nueva normalidad, como se sabe, modificó muchos hábitos en la ciudadanía e hizo que mucha gente se replanteara aspectos que eran esenciales en sus diferentes estilos de vida.
De acuerdo con un reporte del portal inmobiliario Properati, la pandemia creó una necesidad de alejarse de las multitudes, de evitar espacios concurridos y de buscar facilidades para el home office. Todo ello configuró una tendencia creciente que elevó como nunca antes la predilección y búsqueda de este tipo de viviendas más allá del verano; es decir, en cualquier estación.
“La gente empezó a darse cuenta de que podía trabajar fuera de su casa, quería espacios al aire libre, y qué mejor para ello que una casa de playa, donde tienes Internet y todas las comodidades: jardines, piscina, el mar, y tienes distanciamiento social”, explicó Espinosa a Construcción e Industria.
Según dijo, el porcentaje de ocupabilidad de los condominios comprendidos entre Puerto Viejo y Asia no superaba el 7% durante el invierno. Con la pandemia, esa ratio subió a 60%. En otras palabras, hubo una mudanza masiva hacia las playas de sur limeño, y las ventas, en palabras suyas, “corrieron como un avión”.
En ese sentido, el especialista comentó que el avance de la vacunación contra la covid-19 podría dar pie a una mayor ocupación este año.
Antonio Espinosa, por su parte, divide el desarrollo inmobiliario de playas en dos zonas: el sur chico (San Bartolo, Punta Hermosa, Señoritas y Caballeros) y el desarrollo de Puerto Viejo y Asia. A su criterio, comprar una casa de playa nueva actualmente es muy difícil porque casi no hay disponibles.
Lo que sí hay en el sur chico es departamentos con vista al mar, pero no con playa privada porque tienen una pista de por medio y no cuentan con áreas comunes. “Si tú te quieres comprar una casa de playa, tienes, básicamente, el mercado de la segunda vivienda (casas de segundo uso) y las opciones que te ofrece Desarrolladora”, comentó.
¿A qué se debe el hecho de que sea tan difícil encontrar casas nuevas en las playas del sur? Para Espinosa la respuesta es una: la demanda es muy grande, y lo que no hay es playas. “De aquí a Cerro Azul está todo desarrollado.
Así las cosas, el empresario estima que, en promedio, el precio de una casa de playa ubicada entre Puerto Viejo y Asia se sitúa en el orden de los USD 450,000. Ese mercado ya está tomado, pero la gente que demanda casas de playa es muy grande.
Si lo vemos desde la variable del precio por metro cuadrado, Espinosa calcula que el valor promedio alcanza los USD 2,000, tomando como referencia los condominios que construye Desarrolladora y todas las prestaciones que ofrecen. Si hacemos un paralelo con los hallazgos que Properati muestra en su citado reporte, el monto por metro cuadrado que calcula el especialista es mayor que los que muestra el portal inmobiliario. Según este análisis, el valor promedio del metro cuadrado en San Bartolo bordea los USD 1,485, en Pucusana es de USD 1222, en Asia de USD 1074, en Punta Hermosa de USD 1654 y en Punta Negra de USD 1419.
Espinosa considera que un hipotético cambio en el estatus gubernamental podría provocar una mejora o reajuste hacia arriba en los precios del metro cuadrado.
En virtud de estos detalles, el inmobiliario refirió que la casa de playa debe tener, por lo menos, capacidad para unas 12 o 14 personas; es decir, como mínimo, cuatro dormitorios. Otros espacios imprescindibles son la terraza y la zona de parrillas.
¿Qué tanto influye en el precio la cercanía de la propiedad a la playa? “Muchísimo”, nos dijo Espinosa. A su criterio, lo que ocurre, por ejemplo, en algunos condominios ubicados en clubes de Asia es que tienen poco frente y mucho fondo.
“Las casas están hechas en hileras, y las que están más atrás están lejos del mar, por lo menos a unas cinco o seis cuadras”, manifestó.
No obstante, un factor que ha cobrado considerable relevancia en tiempos recientes es el tráfico. Considerando que la congestión vehicular se ha incrementado de manera ostensible en la ciudad, de lo que muchos entusiastas de las casas de playa se han dado cuenta es que resulta más conveniente comprar estas propiedades en playas que están más cerca de Lima, y no irse tan al sur. “En ese sentido, por ejemplo, Puerto Viejo queda en el kilómetro 70 de la Panamericana Sur y Asia está en el 110. Esos 40 kilómetros de diferencia son tiempo y dinero”, valoró el especialista, y añadió: “Actualmente, llegas más rápido de San Bartolo a Lima que de Miraflores a La Molina”.