Mediante videoconferencia, representantes de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) expusieron el protocolo que aplicaría al sector construcción para reiniciar sus actividades, en un contexto de estado de emergencia y aislamiento social por la Covid-19.
Asimismo, se refirió a la gestión previa al inicio de obras. “Creemos importante que debería existir, tener un protocolo sanitario como empresa antes del inicio de las obras. Cada obra es particular, y los espacios no son iguales”, sostuvo.
También destacó que existirá una capacitación de todo el personal de obra de las nuevas medidas de bioseguridad.
Sobre las incertidumbres, Guzmán habló de los rendimientos menores por distinta manera de trabajo, aforo y flexibilidad en los horarios de cada proyecto, ralentización del avance generan mayores plazos de obras, posibles paralizaciones de obra a infectados o nueva cuarentena.
Cabe agregar que el protocolo expuesto por Capeco, será expuesto ante el Minsa la próxima semana, tal y como lo sostuvo también el Ministro de Vivienda, Rodolfo Yáñez, en entrevista con un medio local.
Yáñez, señaló que se trata de protocolos basados en la salud ocupacional y seguridad de las obras, en el marco de la pandemia de la COVID-19. “En el protocolo se establecerá el número de personas que va a trabajar en una obra, que no será el mismo que antes de la crisis”, afirmó el ministro.
Cabe agregar que ahora cada rubro tendrá que consultar con el Minsa para cualquier decisión sobre el retorno a su actividad. En tal sentido, el alto funcionario señaló que si se espera regresar a la actividad económica se tiene que cumplir con dos características: Primero, garantizar que las personas mantengan la distancia entre ellas.
“Hay actividades que no son posibles de realizar de manera separada, como la minería, en la que laboran aislados, o la pesquería donde tienen que estar todos los pescadores en un solo bote. Van a tener que buscar nuevas formas de organizar el trabajo”, explicó.
Y si no se puede garantizar este criterio, Zamora indicó que las personas que van a interactuar en el centro de trabajo tienen que estar sanas,
“A menos que se opte por una tercera característica, que las personas podrán interactuar entre sí, solo si llevan una máscara, mascarilla, lentes, y otros implementos como el personal de salud. Algo difícil de establecer”.
Sin embargo, si no se respeta lo señalado por el Minsa, significaría un escalamiento de los costos en el sistema de salud público. Aunque, resaltó, la epidemia no se está comportando igual en las regiones. “Cada región tiene su propia curva. Vamos a tener martillos regionales, provinciales, martillos por segmento de producción”, comentó.
Por último, acotó que los primeros rubros que retornarán con su producción, son los que tienen mayor impacto en el PBI y aquellos que produzcan más empleo.