¿Estamos Preparados para un Sismo de Gran Magnitud en el Perú?

Estabilización de Taludes: Soluciones para Contener Desplazamientos
24 noviembre, 2022
¿Cuáles son las Ventajas de los Aditivos para Concreto?
12 enero, 2023
Mostrar todo

¿Estamos Preparados para un Sismo de Gran Magnitud en el Perú?

El Perú, nuestro país por su ubicación en la costa de América del Sur, forma parte del llamado “Cinturón de Fuego del Pacifico”, lugar donde los países que lo conforman (Chile Perú Ecuador, Colombia, México, EE.UU. (California), Alaska, Japón, Filipinas y Nueva Zelanda) comparten el riesgo de terremotos y tsunamis, entre otras amenazas.

Se debe tener la agenda actualizada, a nivel nacional, y de la Región Lima – Callao, la posibilidad de terremotos y tsunamis que pueden ocasionar muertos heridos y la destrucción de miles de edificaciones, así como afectar severamente la infraestructura de Lima, la cual se produce aproximadamente el 60% del PBI nacional es decir del “sueldo de la Nación”.

Teniendo en cuenta lo manifestado anteriormente, es urgente que nos unamos y juntos abordemos los grandes problemas que no han sido atendidos en este Bicentenario de nuestra República y, en los últimos treinta años con gobiernos que de verdad no nos representan. Esa es la apuesta de la revista Constructivo para terminar el año 2022 e iniciar el 2023.

El Terremoto – Alcances

Los expertos no dudan al respecto, si un terremoto va a venir o no, sino más bien cuando vendrá. En los últimos 12 años, especialmente opiniones como las del jefe del Instituto Geográfico del Perú (IGP), informó que estudios realizados por el órgano que dirige, indican que la energía sísmica no liberada en Lima desde hace más de 276 años, podría provocar un terremoto de magnitud entre 8.5 y 8.8 en la capital del país. Precisando que los sismos que sacudieron Lima en los años 1940, 1966 y 1974, sólo liberaron entre el 25% y el 30% de la energía acumulada en el periodo mencionado. Todavía falta el 70% de energía que tiene que liberarse; es decir, tenemos un silencio sísmico de 276 años.

El domingo 31 de mayo de 1971, un terremoto de magnitud de 7.8 con epicentro en el mar de Chimbote, trajo la destrucción desde Chiclayo a Lima y en Casma. El 90% de las viviendas colapsaron y el desastre aumentó con el aluvión de la cordillera blanca que, en pocos minutos destruyó completamente la ciudad de Yungay, estimándose los muertos entre 30 000 y 60 000. Los últimos siete terremotos importantes en el Perú ocurrieron en 1746, 1940, 1966, 1979, 1974, 2001 y 2007; ocasionando cientos de miles de muertos y heridos, así como miles de edificaciones con daños severos

Para entender mejor lo que estudiosos denominan al posible terremoto en la región Central del Perú como “el grande”, recurriremos a dos fuentes de información muy importantes: el libro “Colonialismo en ruinas. Lima frente al terremoto y tsunami de 1976”, escrito luego de más de cinco años de investigación del Dr. Charles Walker, profesor principal en la Universidad de California y Devis, gran historiador y conocedor entre otros lemas la historia del Perú.

También nos apoyamos en las experiencias y conocimientos del Dr. Hernando Tavera, jefe de IGP, descritos en el libro titulado “Terremotos vs. Sismos”. Frases y reflexiones para recordar. Lo mismo que lo extraído de los 420 documentos sobre “El Misterio de la Vulnerabilidad” que el suscrito ha preparado en 20 paneles de 2.0 x 1.2 m.

Terremoto de 1746- “Colonialismo en Ruinas”- Charles Walker

El 28 de octubre de 1746 a las 10:30 p.m., más de 350 km de la placa tectónica de Nazca se sacudieron debajo de la placa continental a 160 km de la costa peruana, provocando un terremoto masivo que destruyó la ciudad de Lima y Callao. Además, el libro enfatiza e intenta esclarecer las luchas subyacentes por el poder, las visiones antagónicas en cuanto al carácter y la organización de una capital como Lima y desacuerdos mayores sobre el control social y el uso (o existencia) de los espacios públicos.

El terremoto hizo trizas muros, techos, fachadas y muebles, cayendo sobre las víctimas. Los pesados adobes aplastaron a muchas personas que no lograron salir de sus viviendas y otros quedaron atrapados dentro de ellas y no pudieron ser rescatados.

El peligro acechaba a quienes lograban salir, pues fueron amenazados por la caída de balcones y vigas, así como de las murallas que rodeaban a la ciudad. Algunas personas que corrieron a sus casas para salvar a miembros de su familia o recuperar artículos valiosos fallecieron cuando pesadas estructuras les cayeron encima.

Quienes sobrevivieron, sufrieron la incertidumbre del destino de sus seres queridos, así como la vista desoladora de la ciudad devastada.

La ciudad bullante y multirracial de 50 mil almas, yacía en ruinas. José E. Llano Zapata, observó que una ciudad que había tomado 211 años en levantarse, había sido destruida en poco más de tres minutos. Predijo que Lima no podría ser reconstruida en 200 años. Los muertos por el terremoto y el tsunami se estimaron en un 10% de la población de Lima y Callao.

El Terremoto de la Agenda – Daños estimados

En el país, no existen datos confiables que nos permitan estimar con precisión, cuántas edificaciones han cumplido con el proceso de proyecto completo, licencia de construcción y control de construcción, así como cuántos son los habitantes en Lima.

Estimando una población de 10 millones de habitantes aproximadamente, 2 millones de unidades de viviendas de todo tipo y diferentes niveles de vulnerabilidad: los últimos simulacros de sismos se estiman en 110 000 muertos y cientos de miles de heridos, así como alrededor de 500 mil unidades de vivienda y edificaciones de distinto uso con niveles de daños y/o colapso.

En el tema de la vida y la muerte, es importante tener en cuenta reflexiones como las publicadas por el Dr. Elmer Huerta, médico peruano de gran experiencia y prestigio, especialista en salud pública, quien sostiene que: “después de un terremoto, la muerte viene en tres olas”.

La primera ola es instantánea y se produce cuando se caen las edificaciones y la gente muere aplastada en su interior, las lesiones más frecuentes son aplastamiento de la cabeza y la columna vertebral.

La segunda ola se produce durante las primeras horas después del terremoto y, su número, depende de cuán preparado esté el sistema de salud en el lugar. Los golpes en la cabeza, las rupturas del hígado, del bazo y de los riñones que ocurren por los severos golpes en el vientre y la cintura, así como graves fracturas de la pelvis con compromiso en la vejiga y las grandes venas y arterias de esa región.

La tercera ola se produce días y semanas después del terremoto. Aquí están las graves Infecciones generalizadas o septicemias de los fracturados y operados, los enfermos con fallas orgánicas multisistémicas.

Son necesarios hospitales muy bien equipados que tengan gran capacidad para albergar a decenas o centenas de heridos graves y de personal preparado. Desafortunadamente, los daños no terminan allí; es decir, no solo es un tema de vidas o muertes, heridos y edificaciones e infraestructura con diferentes niveles de daños. Tenemos que tener en cuenta los daños de las líneas vitales, agua, alcantarillado, energía eléctrica, gas, telecomunicaciones. carreteras, avenidas, calles, postes, pavimentos, puentes, etc.

La ciudad de Lima concentra los más importantes puertos y aeropuertos del país; es decir, lo que se necesita para mantener la conectividad y el comercio exterior. El sistema bancario, las instituciones del Gobierno Central, el archivo nacional, las industrias y empresas de todo tamaño y especialidad.

Un sismo es mucho más que las evacuaciones de personas. Según los simulacros, recorridos y mochilas, es entender la paralización de la vida de las ciudades, sus distritos y sus barrios, además del muy importante tema de la vida y las heridas de nuestros compatriotas.

De acuerdo al Lloy’s de Londres, un estudio de 300 ciudades con poblaciones de más de 1 millón de habitantes, Lima aparece como la más vulnerable, y estiman que los daños equivaldrían a 35 mil millones de dólares. De similar forma, la Consultora CESEL de amplia experiencia, mencionó que los daños podrían superar los 71 mil millones de dólares.

Lo que Debemos y Podemos Hacer

  1. Promover la organización de una conferencia anual sobre el tema de terremotos y otras amenazas. Con la participación del Instituto Geofísico del Perú (IGP), el INDECI y sus organismos especializados, el COEN (Centro de Operaciones de Emergencia Nacional) y las Universidades UNI, PUCP, Universidad de Lima.

  2. Impulsar un cambio en la Ley N• 28094 de organizaciones políticas para asegurar que los dirigentes y los afiliados sean ciudadanos sin sentencias, demandas o procesos penal, tengan la adecuada idoneidad y cumplan los requisitos exigidos de formación, desempeño y valores éticos. Posteriormente, pueden ser miembros de los poderes del Estado.

  3. Impulsar un cambio de los protagonistas de la gestión del Estado, respetando la constitución y las leyes vigentes.

  4. Promover un programa de cooperación internacional para conocer y adoptar las medidas experimentadas por otras naciones. Asimismo, conseguir la participación y el apoyo financiero respectivo de Chile, Estados Unidos, Japón y México.

  5. Promover un programa para realizar un CENSO de vulnerabilidad de las edificaciones e infraestructura en Lima Metropolitana y en los 43 distritos.

  6. Promover acuerdos con los centros de investigación para promover las innovaciones para reforzar las edificaciones vulnerables.

  7. Gestionar con el Banco Mundial y las Naciones Unidas NNUU, una asociación integral con Sedapal y una organización o empresa de nivel mundial para atender los retos de la defensa y rehabilitación de las líneas vitales de Lima y el Callao.

  8. Promover la disponibilidad de centros de atención primaria (postas de salud) con equipamiento y personal que pueden atender las distintas heridas de los habitantes de todos los distintos.

  9. Promover con los representantes de las distintas iglesias y organizaciones civiles, una evaluación de la vulnerabilidad de los templos, conventos y locales para reuniones en todos los distritos, señalando los que pueden asegurar la vida en su interior o en los ambientes exteriores.

  10. Difundir con profesores e investigadores de centros educativos y universidades mencionando los acuerdos y/o avances en los nueve temas señalados.

El Tema Institucional

Los riesgos de los terremotos deben ser entendidos, principalmente por el Poder Ejecutivo, en especial por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), donde el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, tiene una enorme responsabilidad y resiliencia de sus edificaciones (viviendas, oficinas centros comerciales, fábricas, etc.).

Asimismo, los servicios básicos agua potable y alcantarillado en especial, dependen de su actuación en el proceso de licencias de construcción, supervisión y control. Además del MEF (Ministerio de Economía y Finanzas) por su impacto el comercio y la economía y un manejo de recursos monetarios, así como también se debe atender por otros organismos del Estado.

En mayo del 2011 fue aprobado un nuevo marco legal en este campo. La Ley 29664 creó el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SINAGERD) y un complejo entramado institucionalmente, estableciendo que la Presidencia del Consejo de Ministros es el ente rector en la materia y que el sistema está integrado por el Consejo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) y el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED), entre otros.

Al respecto, esperamos que ese nuevo esquema haya terminado de ensamblarse eficientemente y que se use adecuadamente los recursos que les asigna el Estado. Además, que se mantenga una inteligente relación con las universidades como la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y el CISMID con la Facultad de ingeniería de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP)

Reflexiones

  • La historia sísmica del país nos enseña que, en los últimos 600 años, han ocurrido un gran número de eventos de elevada magnitud que han afectado de manera diferente a las ciudades.

  • El terremoto de Lisboa (1755), que coincidió con el florecimiento general de la ciencia de Europa, despertó el interés científico por comprender la causa de los terremotos.

  • Los terremotos son cíclicos, se repiten con la misma o mayor magnitud e intensidad, las que cambian son las ciudades que con su desorden incrementan el riesgo.

  • Solo el terremoto nos ayudará a comprender lo irresponsables que fuimos construyendo ciudades en riesgo.

  • La intensidad con la que un terremoto sacude el suelo no depende de su magnitud, sino que tan cerca de la ciudad están su foco y epicentro.

  • El crecimiento urbano cercano a las playas proporciona bienestar a las personas, pero destruye la naturaleza y un tsunami así lo hará saber.

  • A diferencia de los terremotos, un tsunami alerta minuto a minuto su llegada. Avanza hacia la costa como un inmenso muro de agua

  • ¿Por qué exigimos saber cuándo ocurrirá un terremoto si igual no hacemos nada para prepararnos?

  • Los sistemas de alerta avisan el tiempo de llegada de las ondas sísmicas. Cuanto más lejos estés tendrás mayor tiempo, si estás muy cerca tu tiempo de alerta es próximo a cero.

  • Cada terremoto es una oportunidad para inspeccionar las construcciones y revisar el crecimiento de las ciudades.

  • Estamos construyendo de manera irresponsable en las laderas de los cerros y en la rivera de los ríos.

La consecuencia será escenarios críticos en el futuro.

  • Cuando hay cultura de prevención, son otras las historias a contar.

  • La única razón por la que sobreviviremos a un terremoto es estar seguros que sabemos que hacer antes, durante y después de que ocurra o no.

  • El sismo en sí, no mata. Lo que mata es el colapso de las edificaciones mal construidas o levantadas sobre suelos inestables.

  • La historia ha demostrado que los países se han desarrollado en base a las experiencias Japón, México y Chile lo han hecho con cada terremoto, ¿acaso nosotros no hemos pasado por lo mismo?

    • Los simulacros por sismos y tsunamis preparan a las personas para que tengan un futuro diferente.

    • Los desastres naturales no existen.Son los peligros naturales los que producen desastres por la irresponsabilidad de las personas que invaden áreas de alto riesgo.

    • La esperanza de que un terremoto no ocurra es negar la verdad sobre la naturaleza.

    Fuente: Revista CONSTRUCTIVO (Año 25 Edición 160, Diciembre 2022 – Enero 2023)

    Por: Ing. José Meza Cuadra V. Director técnico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Abrir chat
1
Contactanos por Whatsapp
Hola
Te asesoramos