Sinergia de Espacios Modernos

El crecimiento demográfico y poblacional se replica en todos los países, y se está convirtiendo en una dificultad para el desempeño diario de las personas.

El tránsito vehicular, los prolongados recorridos de un lugar a otro y la dificultad de encontrar un espacio para establecer una vivienda o empresa, ha llevado a distintas compañías inmobiliarias a enfocarse en la construcción de edificaciones con distintos propósitos en un mismo lugar.

Los edificios de uso mixto permiten a distintas personas -y con diversos fines-, convivir en un mismo proyecto, sin que esto signifique que se altere su espacio de acción. Este tipo de formato de vivienda, espacio laboral y comercial, permite e impulsa distintas actividades en un mismo lugar.

Antecedentes

Llegó al Perú como una corriente inmobiliaria de vanguardia europea, los edificios de uso mixto comenzaron a edificarse durante la segunda etapa de la década de los 70 e inicios de los 80 en Lima.

Durante aquel periodo se construyó el Edificio Pacífico, ubicado en el distrito de Miraflores, el cual combina una edificación residencial en la parte superior con locales comerciales como cines y restaurantes en los primeros pisos. Asimismo, el Centro Comercial Camino Real, uno de los primeros en su época, que mezcla tiendas comerciales con torres de oficinas.

Los primeros proyectos importantes de uso mixto consideraban una plataforma comercial (mall o strip center) y sobre esta una oferta de oficinas corporativas.

Beneficios

Actualmente, las ventajas de trabajar y vivir en un edificio de uso mixto es que todos los requerimientos para una rutina diaria o laboral están en una sola edificación, lo que permite, principalmente, ahorrar tiempo y costos de traslado.

“En los últimos años se ha visto el interés por desarrollar nuevamente este tipo de proyectos en una búsqueda por rentabilizar las edificaciones bajo varios formatos y aprovechar la zonificación”, indicó Carola Pacheco, gerente general de la Asociación de Desarrolladoras Inmobiliarias (ADI Perú).

Este tipo de estructura inmobiliaria tiene cierto impacto en el desarrollo de la ciudad, considerando los innumerables problemas ocasionados por el tránsito de autos y de transporte público, o la falta de espacios donde construir nuevas edificaciones de vivienda y comercio, así como el aumento en el precio de los metros cuadrados en un terreno.

Para la representante de ADI Perú, este formato es de mayor interés para una nueva generación de jóvenes, los denominados millennials, quienes prefieren trabajar y vivir en zonas cercanas o simplificar todas las funciones en un mismo lugar.

Por su parte, Sandro Vidal, gerente de Investigación de Colliers International, precisó que este formato está de vuelta dada la importancia de los inversionistas en buscar una mayor rentabilidad sobre terrenos con alto potencial, especialmente comercial y en un panorama de mercado con mayor consumo privado.

“La evolución es más clara en Lima, donde ya existía el formato de uso mixto. Esta evolución nos permite observar desarrollos residenciales no masivos, con plantas de uso comercial (sobre todo en el primer nivel) y no necesariamente en grandes formatos sino, también, de locales individuales”, aseveró el especialista de Colliers.

El formato de edificio de uso mixto está tomando nuevamente impulso en el mercado peruano de edificaciones.

Lima Moderna

Este tipo de edificaciones se vienen desarrollando en un mayor porcentaje en distritos dirigidos a segmentos A y B. Es decir, los proyectos de uso mixto se imponen en zonas financieras y comerciales, preferiblemente entre Miraflores, San Isidro o Barranco.

No obstante, este formato de edificación también se ha empezado a distribuir por distritos urbanos y céntricos, como en el Cercado de Lima, Jesús María, Magdalena y Lince, con edificios residenciales en conjunto con oficinas y plataforma comercial.

Podrían mencionarse, además, conocidas edificaciones en este formato, que por su nivel de inversión, ubicación e impacto, forman un referente actual; como el caso del complejo La Rambla, con dos torres de oficinas y centro comercial como plataforma, en San Borja; Panorama Plaza de Negocios, con dos torres de oficinas y plataforma comercial en dos niveles, en Santiago de Surco; y el edificio 28 de Julio, con torre de oficinas y strip center como plataforma comercial, en Miraflores.

“Hay una apuesta por las zonas cercanas al aeropuerto, así como por la implementación de viviendas cerca a zonas logísticas en polos de desarrollo (conos)”, mencionó la especialista de ADI Perú.

Fuera de Lima se prevé que, en ciudades como Arequipa, se comience a replicar este formato de edificación con oficinas, hotel y plataforma comercial, por ejemplo.

“Veremos más proyectos de este tipo, en cuanto exploten el potencial del terreno y complementan la presencia de demanda (ocupantes) con oferta de variados rubros. Rentabilizar las construcciones en altura o grandes dimensiones requiere diversificar el producto, esto te lleva a los usos mixtos”, explicó Sandro Vidal.

Los edificios de usos múltiples combinan locales comerciales – retail, generalmente en los primeros pisos, con oficinas o viviendas residenciales. Sin embargo, también se está optando por incorporar hoteles dentro de este modelo.

Rentabilidad

“Se debe tener en cuenta que es necesario contar con grandes paños de terreno. Además, depende mucho de la zonificación en la que se busque desarrollar. También, es importante la visión que tengan las empresas por desarrollar este tipo de formatos nuevos, en la búsqueda por diversificar sus carteras, puesto que hay que darle un seguimiento a la normativa vigente”, aseguró Pacheco.

Para todos los especialistas, este tipo de formato es considerado rentable, al ser un producto alternativo. “Resulta rentable para un inversionista debido a la conjugación de diversos productos en un mismo lugar”, expresó.

Sin embargo, este sería un sistema de edificación que todavía no atrae por completo el interés de algunos desarrolladores e inversionistas, debido a vacíos normativos y legales sobre la renta de inmuebles.

Fuente: Revista CONSTRUCTIVO