Los equipos de protección personal (EPP) están destinados a resguardar las áreas más importantes y sensibles que tiene el ser humano. La cabeza es una zona delicada de nuestro cuerpo, por eso es necesario protegerlo con los implementos adecuadas como: casco, lentes y respirador.
Este equipo de seguridad cuenta con una suspensión, que tiene la propiedad de distribuir los impactos. Además, existen forros para los cascos que se complementan a fin de proteger a los trabajadores de las bajas temperaturas, haciendo que el equipo sea más ergonómico y confortable. Asimismo, cuentan con dispositivos de conexión desmontables para protectores faciales, y auditivos. Este equipo tiene como objetivo proteger de choques eléctricos, así como resguardar el cuero cabelludo, la cara, y la nuca de derrames de ácidos o de productos químicos, y líquidos calientes.
Con relación a la protección visual, lo más recomendable es el uso de lentes de seguridad, que están diseñados para resguardar la vista de situaciones de riesgo. Muchos accidentes de trabajo que ocurren en sector afectan esta parte de la cara, esto se puede evitar si se adquiere el hábito de usar anteojos de seguridad, que impidan la proyección de partículas sólidas o líquidas a los ojos.
Para conocer más de los equipos de protección personal, se consultó sobre los últimos avances y la importancia de estos equipos a empresas fabricantes, comercializadoras e importadoras que ofrecen estos implementos para el sector construcción.
Rodolfo Paredes León, Gerente General de Soltrak, recomienda utilizar cascos de seguridad en ambientes donde hay la posibilidad de caídas de materiales desde gran altura, o contacto accidental de la cabeza con fuentes eléctricas. Una herramienta pequeña que cae de 10 o 20 m de altura puede causar lesiones graves, e incluso la muerte, si no hay protección.
“El uso de lentes de seguridad es una solución efectiva para evitar lesiones en los ojos por el picado, corte, perforación o labrado de piedra, concreto, ladrillo u otros materiales.Muchas veces el personal prefiere no utilizar los lentes porque les resulta incómodo; para evitar inconvenientes es importante buscar asesoría especializada para adquirir los lentes adecuados según las necesidades de la operación”, señaló.
Con relación a la protección respiratoria, el experto dijo que es importante utilizarlos en ambientes con presencia de partículas y sustancias tóxicas en el aire, que se generan en tareas como la trituración de diversos materiales como arenados, corte y soldadura de materiales con revestimientos que contienen plomo, zinc o níquel. También se usan en trabajos con pinturas que contienen solventes pulverizados, labores de dinamitado de superficies, entre otros.
“Algunos diseños de cascos integran el uso de caretas de protección facial. Por ejemplo, nosotros contamos con el casco MSA V-Gard 950, recomendado para entornos con posibilidad de impactos fuertes o riesgo de salpicaduras químicas, radiación ultravioleta, salpicaduras de metales fundidos y arco eléctrico sobre la cara”, precisó el CEO de Soltrak.
Según detalló Paredes León, las empresas del sector consumen principalmente las familias de protección craneal, facial/ visual, calzado, altura, auditivo y respiratoria. Usualmente el requerimiento en producto suele ser un equipo de protección de libre mantenimiento o de uso limitado, debido a la alta rotación del personal.
“Un respirador con un correcto mantenimiento puede durar 3 a 8 meses, y los filtros pueden durar entre 7 a 30 días, dependiendo de la exposición que tengan. Por su parte, un casco puede durar hasta un año, siempre que lo inspeccionen rutinariamente para detectar abolladuras, grietas o deterioro. Estos siempre deben ser reemplazados después de que hayan recibido un golpe fuerte o una descarga eléctrica”, detalló.
Además, es importante mencionar que durante los últimos años estos equipos han evolucionado en tecnología, uso de materiales y diseños ergonómicos. Estas mejoras permiten disminuir el peso de los equipos, brindar mayor confort y mejorar la productividad de los trabajadores. Además, los fabricantes han invertido en utilizar plástico reciclado con el fin de ser más amigables con el medioambiente.
Paredes indicó que durante el 2019 han visto un alto dinamismo en el mercado de EPPs, principalmente por la demanda de proyectos mineros y construcción de viviendas. Este 2020, por el efecto del Covid-19, el mercado se ha desacelerado. Sin embargo, esperan que para el cuarto trimestre el sector construcción se recupere, impulsado por algunos proyectos como la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez.
“Como parte de nuestro servicio posventa brindamos asesoría para identificar el EPP adecuado en las diferentes labores que se realizan en la operación y ofrecemos servicios de valor agregado como certificaciones, asesorías y capacitaciones en campo que soportan la venta de nuestros productos”, culminó.
Así pues, los cascos protegen al trabajador contra riesgos por golpes o caídas de objetos desde diversos niveles e incluso existen los cascos utilizados por equipos de rescate y aquellos con tecnología especial contra incendios.
Por otro lado, la importancia de la protección auditiva radica en el cuidado de uno de los órganos más sensibles: el oído.Los trabajadores muchas veces están expuestos a elevados niveles de ruidos por largas jornadas, lo que puede ocasionar lesiones permanentes como la pérdida de la audición. Frente a ello, una solución eficaz son las orejeras con índice de atenuación correcto, según la operación.
Complementando la información, Erickson Huapaya, Gerente de Desarrollo de Negocios de EFC, nos indicó que los equipos de protección para rostro y ojos son los lentes y las caretas, donde se protege de manera independiente los ojos o la totalidad del rostro. “En ambos casos la idea es minimizar lesiones, por salpicaduras de químicos y otras partículas”, indicó.
“Considero que hemos avanzado muchísimo y que nuestra normativa se ha vuelto más exigente con los años. Sin embargo, podemos mejorar el análisis para que finalmente se ajuste más a nuestra realidad nacional”, precisó.
Con relación a la propagación de las enfermedades respiratorias, el especialista dijo que durante la etapa de la pandemia se ha incrementado el uso de lentes de protección y caretas faciales porque son esenciales para evitar el contagio. “En EFC, hemos enfocado nuestros esfuerzos para mantener a nuestra población correctamente protegida, ofreciendo equipos esenciales para la lucha contra el Covid-19”.
Cabe precisar que el sector es sumamente exigente. Al respecto, el entrevistado explicó que la solicitud permanente es que cualquier EPP cumpla con la normativa correspondiente y tenga tecnología que ayude a los trabajadores a tener mayor comodidad y desempeño. “Un punto muy valorable en ellos [los clientes] es el hecho de proporcionar alternativas que les puedan ayudar a mantener a su personal bien protegido y reducir costos a largo plazo”.
Asimismo, explicó que la vida útil de estos equipos es relativa, porque depende de muchos factores como el tipo de operación en la que son usados, la frecuencia de uso y el nivel de exposición. Además, interfiere el cuidado de los equipos, porque con ello se podría extender su duración si se mantiene al personal usuario en constante capacitación.
“En este sentido EFC resulta ser un socio estratégico para nuestros clientes en cuanto a la concientización y formación a los usuarios, porque como parte de nuestro servicio posventa brindamos todo el acompañamiento y capacitaciones que necesiten”, agregó.
Y si bien los EPPs no evitan los accidentes, sí ayudan a elevar la seguridad y la salud en el trabajo reduciendo la gravedad de las lesiones ocasionadas por un potencial accidente, manifestó José Miguel Saavedra Ovalle, Gerente General de Verne.
Es por ello que en el mercado existen empresas que, a la par de ofrecer esos productos, buscan la evolución de los mismos, con mejoras en los materiales de fabricación, utilizando productos mucho más resistentes y livianos, que mejora la ergonomía y comodidad al momento de utilizarlos.
“Estas mejoras son muy favorables ya que han logrado que los trabajadores puedan utilizar los EPPs con comodidad, sin ver afectada su performance y sus actividades programadas”, señaló el CEO de la compañía.
Dentro de los principales requerimientos que tiene el sector construcción en estos equipos, el vocero de Verne indicó se encuentran los cascos de protección, que deben cumplir con la Norma Técnica Peruana (NTP) 399.018. Un casco debe asegurar una buena resistencia a la penetración (detener o desviar la caída de objetos) y suficiente amortiguación (absorber la mayor parte de la energía de impacto).
“Los lentes de seguridad que solicita principalmente el sector deben cumplir con la norma ANSI Z87.1 2010 y con protección lateral. Y las mascarillas KN95 cuentan con eficiencia de filtración del 95% – Norma GB2626-2006 con certificación CE y FDA. Además, los overoles desechables deben tener certificación EN 14126-2003 (protección contra agentes biológicos)”, resaltó.
Con relación a la vida útil de estos equipos, el Gerente General de Verne recomendó reemplazar el casco cada dos (2) años como máximo. Si ha sufrido algún golpe por la caída de alguna herramienta o daño se debe realizar el cambio inmediatamente. “Las compañías mineras y del sector O&G tienen sus propios protocolos internos respecto de la vida útil de sus EPPs”.
“Respecto de las mascarillas KN95, su vida útil está sujeta al área de trabajo en la cual se ha utilizado, si es un área con mucha polución o humedad y ha estado en contacto con sudor, el cambio se debe realizar entre las 24 y 72 horas, pero si es un ambiente no tan agresivo, tiene como vida útil hasta 5 días”, explicó.
Asimismo, expresó que el tiempo de vida de los overoles está sujeto al área en donde se ha usado, pues en ambientes agresivos donde el overol termina sucio, mojado, rasgado, el cambio se debe realizar inmediatamente.