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Lima: Vulnerabilidad ante Sismos

Si ocurriera en Lima un sismo de considerable magnitud, más de 430,000 viviendas podrían colapsar, según cálculos del Cenepred. Entérese en este artículo de qué zonas de la capital presentan mayor vulnerabilidad ante movimientos sísmicos y qué impacto tiene la informalidad en la construcción de viviendas en estos alarmantes niveles de riesgo.

El fuerte movimiento sísmico que ocurrió el pasado 22 de junio no solo genero nerviosismo en la población; también fue un inquietante recordatorio de que nuestro país está situado en una zona que concentra el 85% de la actividad sísmica mundial. Esa zona es el Cinturón de Fuego del Pacifico.

Evidencia de esa intensa actividad se refleja en las estadísticas del Instituto Geofísico del Perú (IGP). Estas revelan que, en lo que va de 2021, se han registrado 366 sismos en diferentes sectores del territorio nacional. Ninguno de estos ha tenido un impacto devastador, pero el propio IGP ya advirtió en 2018 que un terremoto superior a 8.5 grados se dará si o si en el Perú, principalmente en la zona centro y sur. Justo donde se encuentra Lima.

Mientras ese silencio sísmico nos mantiene en suspenso, hay construcciones en la capital que presentan mayor o menor vulnerabilidad ante sismos como consecuencia del suelo donde se ubican, pero, sobre todo, debido a como fueron edificadas. De acuerdo con el Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (Cismid) de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), el 80% de viviendas en Lima es producto de la autoconstrucción, lo cual incrementa el riesgo de colapso.

Y si hablamos de colapso, según el Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes), unas 200,000 viviendas en Lima Metropolitana podrían colapsar si ocurriera un sismo de 7.9 grados.

Suelos Flexibles

El director general del Cismid, Carlos Zavala, señaló que las zonas de mayor riesgo son las que tienen suelo flexible: Villa El Salvador, las playas del sur, como San Bartolo, entre otras. “Por el norte tenemos Ventanilla, Comas, Independencia y San Juan de Lurigancho, especialmente las zonas ubicadas en las colinas, donde las viviendas son muy vulnerables”, explicó.

A propósito de esta afirmación, el estudio “Escenario de riesgo por sismo y tsunami para Lima Metropolitana y Callao”, realizado por el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), del Ministerio de Defensa, estima que en 15 distritos de la capital y en dos distritos de la Provincia Constitucional la población en riesgo alto y muy alto seria de 1,770,121 personas.

Estos distritos, juntando Lima y Callao, son: Ancón, Ate, Breña, Carabayllo, Chorrillos, Comas, El Agustino, Independencia, La Molina, Lima, Los Olivos, Lurín, Puente Piedra, San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador, Ventanilla y Mi Perú.

Si ponemos esa cifra en relación con las viviendas en riesgo, estas ascienden a 439,558 edificaciones, según detalla el documento. El estudio precisa, asimismo, que la mayor parte de la población y viviendas en situación de riesgo alto y muy alto se encuentran ubicadas en las zonas periféricas y costeras de la ciudad, y sobre suelos de baja calidad. Todo ello incrementa su fragilidad.

Además del factor suelo, el director general del Cismid refirió que la vulnerabilidad de las viviendas se incrementa porque han sido autoconstruidas con materiales no apropiados que no aportan sostenibilidad, seguridad y flexibilidad frente a un sismo. “Utilizan ladrillos tubulares, que no son aptos para construir paredes portantes, de acuerdo con la normatividad vigente. En el Perú la gente autoconstruye con el material más barato. No saben que por carga de gravedad pueden funcionar, pero cuando venga la carga de un sismo fuerte no van a resistir, y perderán su inversión”, aseguro.

Según dijo, una construcción hecha con ladrillos tubulares resiste 50% menos que otra edificación con ladrillos de fábrica e incluso los de tipo solido artesanal. Añadió que no se trata de un tema de costos notable, porque la diferencia entre el ladrillo tubular y el artesanal es menor al 30% del costo. “Es, básicamente, porque los engañan, les ofrecen ese ladrillo que lamentablemente es una inversión desperdiciada porque tras un sismo fuerte no van a poder reparar la casa, porque será muy caro hacerlo. En muchos casos habrá que demolerla”, advirtió.

Autoconstrucción: Lo barato sale caro

La Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios del Perú (ADI) estima que anualmente se construyen 50,000 viviendas informales en Lima mediante la autoconstrucción. Este proceso implica levantar una estructura por cuenta propia, de manera empírica; es decir, sin la intervención de un profesional en la materia —ingeniero civil o arquitecto— que se ocupe del diseño y de brindar supervisión técnica.

En buena cuenta, es una apuesta que pretende abaratar costos en la construcción de una vivienda debido a que no se consideran los requisitos formales (expedientes técnicos, planos, licencias, entre otros). Sin embargo, en la práctica, puede salir caro porque incrementa la vulnerabilidad de estas edificaciones —y de las familias que las habitan— ante sismos y otros fenómenos naturales. Así las cosas, la autoconstrucción es una manera más en la que se manifiesta la informalidad en el sector Construcción.

Según CAPECO, el 67% de las viviendas producidas en la capital desde 2008 se construyeron de manera informal; una realidad que responde a los cambios de los recursos asignados a subsidios y créditos que otorgan los programas estatales de vivienda (Mivivienda y Techo Propio), y que se suman a decisiones políticas que el gremio considera desacertadas. Todo ello ha impedido que la producción formal de viviendas alcance mejores niveles de participación en la producción habitacional.

Tal es una de las razones por las que CAPECO propuso en su momento a los partidos políticos que participaron el proceso electoral de este año promover la producción de 150,000 viviendas en áreas urbanas a 2026. De estas, 100,000 corresponderían a la modalidad “adquisición de vivienda nueva” y 50,000 a la modalidad “construcción en sitio propio”. De este total, el 86.7% estaría dentro del rango de vivienda social. Queda por ver que camino escogerá para el sector Construcción el gobierno que asuma funciones este 28 de julio.

Pérdidas Multimillonarias

Según el Índice de riesgo de las ciudades 2015-2025 del mercado de seguros Lloyd’s, en caso ocurriera un terremoto de magnitud superior a 8 grados en Lima, la capital peruana tendría pérdidas económicas que ascenderían a más de USD 35,530 millones.

Fuente: Revista CONSTRUCCIÓN E INDUSTRIA (Edición N°359, Julio 2021)

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